Las empresas tienen un componente fundamental, al que llamamos capital humano; en el que deben focalizarse y al que deben adecuar su gestión, según las necesidades de los integrantes de este capital.
A lo largo de la historia, el papel de las personas en una empresa se ha transformado, comenzando con el nombre de “mano de obra”, siguiendo con la introducción del concepto “Recursos Humanos”, que comenzó a considerar al trabajador como un recurso más a gestionar en la empresa. Actualmente, las personas son el factor clave de las organizaciones, ya que en ellas reside el conocimiento, la creatividad, talento, etc.
La motivación es un elemento fundamental para el éxito empresarial ya que de ella depende en gran medida el logro de los objetivos de la empresa. En muchas organizaciones, ha empezado a darse un déficit de recursos cualificados y es por eso que las empresas están buscando formas de atraer y retener los recursos humanos, al transformar su modalidad de gestión en aquella que tome a las personas como factor clave.
En la actualidad las principales razones de permanencia o abandono de la empresa son del tipo emocional. El monto del salario, se ha ido desplazando en la pirámide de lo que valora el trabajador de su empleo, y también ya no es tan valorada en las búsquedas laborales. Los empleados, profesionales o no, cada día aprecian más la flexibilidad, la autonomía, los programas de apoyo, la formación, las medidas de conciliación de la vida personal y laboral, el buen ambiente laboral; todos estos componentes conforman lo que denomina y de lo que se ha empezado a hablar en la jerga como “Salario Emocional”.
Muchos son los instrumentos que pueden apoyar a la empresa en su camino hacia la flexibilidad, siendo uno de ellos, la incorporación de las nuevas tecnologías utilizadas para una mejor organización del trabajo y optimización del tiempo.
La retención del talento y la captación de recursos humanos son dos de los problemas con lo que se ha de enfrentar la empresa. Las bajas prestaciones para mejorar la calidad de vida de los trabajadores hacen que se sientan frustrados por su situación laboral. Esta percepción es muy negativa ya que la empresa se resiente porque la productividad baja y el rendimiento de los trabajadores es menor. Las medidas de conciliación y de igualdad y la sensibilidad de la empresa hacia la situación personal de los que trabajan en ella son instrumentos fundamentales para motivar y retener el talento y mejorar los resultados empresariales. Es de suma importancia, que estas medidas se incorporen a una nueva forma de gestionar la empresa más respetuosa con el entorno y con los grupos de interés.
La comunicación de las nuevas medidas deben ser transmitidas adecuadamente, haciendo sentir a los empleados su implicación en las mismas. Es fundamental tener en cuenta que no hay un protocolo o guía a seguir con medidas para todos, ya que cada situación personal es especial y diferente. Por ejemplo, si la empresa pone guardería para los hijos de los empleados, los que no lo tienen pueden sentirse frustrados en relación con estas pautas.
Roberta Corchuelo. Licenciada en Administración. Universidad del Salvador. Administración en Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe - Cámara Primera.
0 comentarios:
Publicar un comentario